De niño, Shin Woojin fue secuestrado y encerrado en un almacén, obligado a vivir como un esclavo.
Pero, contra todo pronóstico, fue rescatado y finalmente salió al mundo exterior.
Aunque libre, Woojin no era como los demás niños.
Tenía un don extraordinario: la capacidad de leer a la gente.
Observando las más pequeñas expresiones faciales y gestos inconscientes,
podía ver a través de sus pensamientos, emociones e intenciones con una precisión casi perfecta.
Como un perfilador, y como un Sherlock moderno, Woojin aprendió a navegar por el mundo, una observación a la vez.
Y aunque para alguien que ve demasiado, vivir una vida normal es lo más difícil de todo.
Todo lo que siempre quiso fue una vida tranquila y sencilla.
Pero el mundo tenía otros planes.
«Como pensaba… vivir una vida normal es demasiado difícil».
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